IGLESIA

He leído que uno de los candidatos a la presidencia ha prometido que si gana las elecciones le quitará privilegios a la Iglesia, a lo que un obispo ha respondido rápidamente que la Iglesia “no es un parásito, no tiene privilegios y es la principal bienhechora de la sociedad”.

La Iglesia recibe unos 6.000 millones de euros anuales como confesión mayoritaria en este país. Esta cifra sirve para sostener los colegios religiosos concertados, pagar sueldos de obispos y sacerdotes, las nóminas de los profesores de religión en la escuela pública y los capellanes castrenses, hospitalarios y carcelarios. Incluso llega para costear gran parte de la restauración y mantenimiento de su patrimonio histórico y artístico, el segundo más importante después del propio del Estado. Patrimonio que está exento de pagar determinados impuestos, como el IBI.

La tan esperada Ley de Libertad Religiosa volvió al cajón, si el anterior partido en el poder no se atrevió a aprobarla, poco podemos esperar del nuevo que entre. Así que habrá que seguir contemplando como se celebran funerales de Estado católicos, aunque entre los muertos haya musulmanes o cristianos ortodoxos (como pasó en el de las víctimas del 11-M), o como determinados actos civiles acaban o si o si en una catedral haciendo ofrendas a la Virgen (la alcaldesa de mi ciudad ya ha avisado de que mientras ella está en el poder “la senyera” se ofrecerá a la Virgen de los Desamparados el 9 d’octubre, y quien no quiera entrar no portará el estandarte, y cualquiera le discute algo a Rita).

Claro, la jerarquía eclesiástica no se lo ha tomado bien. He leído cosas tan fuertes como que el laicismo es “un retroceso de la civilización y una aberración del ser humano”. No voy a decir lo que pienso sobre sus obsoletos dogmas, ritos y pecados porque todos tienen derecho a sus propias creencias, y siempre las he respetado.

Pero me molesta enormemente su intolerancia. Parece ser que los ateos, agnósticos, laicos, no creyentes, etc. no poseemos valores morales ni éticos. No sabemos educar a nuestros hijos ni convivir en sociedad y estamos intentando acabar con la familia “tradicional” por todos los medios y con la Iglesia en particular, como único fin de nuestra mísera y pecaminosa existencia.

Ya no me acuerdo muy bien del catecismo, pero si no recuerdo mal creo que la avaricia era pecado, tampoco se podía matar, ni desear a la mujer (o al hijo) del prójimo, había una extensa lista de pecados que te llevaban directos al infierno. Por eso no me acabo de creer que la religión sea una garantía de ser buena persona, de otra manera no me cuadran las cuentas de corruptos, maltratadores, especuladores, pederastas, etc. que llenan o no las cárceles. Y seguro que todos están bautizados, así que a mí  que no me vendan valores morales.

El cielo seguro que tiene un montón de nubes en venta por falta de población.

6 Respuestas a “IGLESIA

  1. Sigue habiendo mucha diferencia entre «la iglesia» como jerarquía y lo que hacen cada uno de los miembros de ella, y últimamente los que más hablan no parecen ser los mejores seguidores del catecismo. Es pecado la avaricia, como también lo es la soberbia, la ira, la envidia… y los estudiamos como pecados capitales, no es sólo el no matar. A veces las declaraciones de algunos jerarcas de la iglesia nos hacen olvidar que hay un montón de gente que de verdad cree y de verdad vive acorde con los principios de esta iglesia, y de esos no saldrán nunca declaraciones en prensa.

    • Yo tengo la suerte de tener unos padres creyentes y comprometidos que me permiten ver la otra cara de la religión, la positiva. La de ayudar a los demás desinteresadamente. La de actuar en la vida de acuerdo con tus creencias y además no irlas vendiendo a los demás. Ellos siempre han actuado así y nunca han intentando convertirnos una vez todos los hijos fuimos separandonos de su iglesia. Nunca intentaron convencerme ni a mí ni a mis hermanos de que bautizaramos a nuestros hijos o nos casaramos por la iglesia, y sé que les hubiera encantado. Pero nos respetan.
      Pero no puedo con la jerarquia eclesiástica, esa que ayudo a mantener con mis impuestos y que se permite el lujo de decirme como he de vivir mi vida y si se tercia insultarme (yo lo de aberración me lo tomo mal que quieres que te diga).

  2. Pues mira que creo que será más fácil eliminar posibles privilegios económicos de la iglesia católica que eliminarla de la cultura de este país, por muy laicos que nos queramos poner. La religión está tan integrada en nuestra propia cultura a través de siglos de historia que es complicadísimo. Por ejemplo, esta semana en madrid ha sido fiesta el miércoles con motivo de la almudena, y pensaba yo en lo absurdo de fiestas en miércoles, y mal repatidas. Y seguía pensando en laico, y en dejar de tirar de santoral para señalar los días no lectivos, y colocarlos de forma más estratégica. Pero claro, di tú en Valencia que se acaban los días para las fallas porque san josé no es festivo, o pon a trabajar a los sevillanos en jueves y viernes santo, o a los pamploneses en san fermín, por no hablar de que toque trabajar el 25 de diciembre porque cae en miércoles…. en su día serían cuestiones religiosas pero ahora ya forman parte de un acervo cultural.
    Volviendo a la cuestión puramente religiosa también estoy de acuerdo en que muchas personas encuentran en la religión la excusa perfecta para creerse en posesión de la verdad universal y juzgar duramente a quienes piensan diferente.

    • Pues mira me conformo con eso, con quitar los privilegios económicos, sobre todo en estos momentos de crisis. Sería un alivio para las arcas del Estado.
      Lo de las fiestas basadas en el Santoral, tienes razón, hasta los más laicos nos apuntamos a San Cucufato si con eso tenemos un día libre, aunque yo también estoy por una agrupación más racional de los festivos. Y no creas, aquí los comerciantes estuvieron haciendo mucha presión el año pasado para intentar convencer al Ayuntamiento de trasladar la festividad de las Fallas al fin de semana más próximo a San José, porque el año pasado cayó domingo y la ciudad se llenó. Pero han dicho que no, que San José se celebrará donde caiga. Así que este año los niños no tienen ni un solo puente para que los cuatro días antes de esa fecha puedan ser festivos y no tengan que acudir a clase. Yo particularmente prefiero algún puente que otro, porque yo no tengo cuatro días de fiesta esa semana.
      Y algunas fiestas como la Navidad se han convertido en celebraciones tan comerciales y consumistas que han perdido casi todo su espiritu religioso (sobre todo para toda una generación de niños que no están siendo educados en la religión católica y desconocen toda la parafernalia religiosa).
      Y sabes lo que me temo cuando al final aprueben una Ley de Libertad Religiosa? que en vez de dejar de pagar a la Iglesia Católica, pagaramos además a otras confesiones mayoritarias ya en este pais como es la musulmana y la cristiano ortodoxa, con lo cual al final de ahorrar, nada.

  3. Voy a evitar no alterarme con este tema en mi respuesta. Pero sinceramente creo que hasta que la Iglesia como tal, no se desprenda absolutamente de sus pertenencias y poder económico, no conseguirá ser eso, Iglesia. Hasta la fecha, es una empresa multinacional más, dedicada a recaudar pasta gratuítamente con millones de voluntarios deseosos de creer esa verdad. Una pena que la Iglesia no crea ni en ella misma. Ahora voy a empezar a leer Muerte de un papa, sobre el asesinato de Juan Pablo I. Al parecer, era un Papa bueno, y su intención era precisamente lo qeu comento. Desprenderse de lo material. Duró un suspiro.

    • Pues eso Quino, creo que opinamos lo mismo sobre la Iglesia como organización. Llevan demasiados siglos pegados al poder y no es fácil que se desprendan de sus privilegios.
      Algún siglo de estos…. 🙂

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