AZAR

Nos pasamos la vida intentando controlar nuestra vida, nuestro presente, el futuro, el trabajo, las próximas vacaciones, la jubilación…. Y hay tantos factores imprevisibles que a veces se nos olvida que en un solo segundo todo puede cambiar.

Este fin de semana pasó algo que me hizo recordar que hay demasiadas variables que no dependen de mí, y me produjo una sensación de inseguridad, de pequeñez, ante un cosmos impredecible y caprichoso.

¿Y si no nos hubiéramos dormido? ¿Y si esa visita inesperada no nos hubiera entretenido? ¿Y si hubieras dejado pasar a aquel coche en el cruce? Una sola variación en el espacio tiempo y todo habría sido distinto. Cinco minutos antes y nos lo habríamos cruzado antes de que hubiera empezado a perder el control del coche. Cinco minutos después y habría chocado contra otro coche.

O  no.

Menos mal que ese día la suerte estaba de tu parte.

 

SUERTE

 

No lo he podido evitar, mañana no se hablará de otra cosa. Nunca me ha tocado nada, bueno, unas entradas para un concierto hace un par de años, pero en los juegos de azar, nada de nada. Tampoco es que juegue mucho… vamos que en estos momentos tengo dos décimos a medias con mi socio que compramos una tarde en el bar donde estábamos analizando nuestra triste situación de tesorería. Y ya está. Ni una miserable participación, nada más.

Aunque si es cuestión de suerte… igual con un solo número basta.

(Gracias Forges)

forgesnavidad

Relato: CAPRICORNIO

Capricornio. Ya estás preparado para cerrar el balance vacacional de agosto y para echar de nuevo pie a tierra y empezar a comerte el mundo.

Menuda tontería. Claro, todo el mundo sabe que en agosto no cogen vacaciones ni los Tauro, ni los Leo… nadie más que los Capricornio. Además no estoy preparada, porque mis vacaciones han sido una mierda.

Cierro el periódico y enciendo el televisor. Esta mañana he hecho un esfuerzo y he salido a comprar la prensa, devolver las 4 películas que alquilé el viernes, comprar más provisiones de pipas y una barra de pan. Hacía dos días que no salía de casa. ¡Total! ¿Para qué? Excepto el supermercado donde las cajeras apáticas van pasando los productos con cara de asco y las baraterías regentadas por chinos, no hay nada. Llevo dos semanas sin tropezarme con ningún vecino. Luego hablan de crisis.

Pienso en mañana lunes, 1 de septiembre, todos de vuelta en la oficina. Bueno, casi todos, no sé como se las arregla Pérez todos los años para disfrutar la mitad de sus vacaciones en septiembre, cuando se ha acabado la jornada intensiva y toca fichar hasta las siete de la tarde.

Pero voy a intentar ser positiva. Ya me he organizado la agenda. A partir de mañana lunes día 1 (no hay nada como empezar un lunes, aunque sea una colección de fascículos) voy a ir dos tardes a la piscina. Concretamente los martes y los jueves, están correctamente alejados del viernes y del domingo para buscar cualquier excusa que empiece con la palabra cansancio. Los lunes haré la compra semanal, verduras y comida sana para el resto de la semana, por lo menos las cenas. El miércoles por ahora lo dejaré libre, por si me surge algo. El fin de semana reactivaré mi vida social, todavía me queda agenda y la semana que viene ya habrán vuelto casi todos.

Busco en la cocina el teléfono del Telepizza más cercano. No lo encuentro. Abro la nevera pero por mucho que me empeñe no puedo cocinar nada decente. Y tengo hambre. Enciendo el portátil y busco su web.

Mientras acoto la búsqueda a mi código postal voy minimizando los pop-up que me van apareciendo. Tengo que aprender a bloquear el spam y toda esta basura.

Marco el número de teléfono y me pido una “prosciutto” mientras cierro la ventana del navegador. En el escritorio de mi portátil queda una última ventana abierta. Unos llamativos dibujos enmarcados por letras chinas invitan a conocer tu futuro según el zodiaco chino. Tengo 30 minutos hasta que traigan mi cena y nada que hacer así que introduzco el día, el mes y el año de nacimiento… mi horóscopo chino es:

DRAGÓN. Imaginativo, inteligente y ambicioso. Se siente especialmente motivado por la búsqueda de la perfección y por lo ideal. La serpiente, tu signo complementario, está a punto de entrar en tu vida. Un desconocido dispuesto a envolverte en sus brazos te hará vivir una aventura que ayer mismo no podías ni imaginar.

Seguro, y además se parecerá a Brad Pitt.

Cierro esta última ventana y apago el ordenador. Me tomaré una cerveza mientras llega. Ya empezaré mañana con la vida sana.

Llaman al telefonillo y abro sin contestar. No espero a nadie más. Mientras el ascensor sube hasta mi piso preparo el dinero para pagarle. Se abren las puertas y el repartidor con camiseta roja se acerca hacia mí mientras abre la bolsa térmica.

         Son 13,50 – me alarga el envase de cartón mientras me inspecciona de arriba abajo.

         Quédate con el cambio – le doy 15. Llevo pantalones cortos y camiseta de tirantes, y creo que no me he peinado en todo el día.

         ¡Gracias! – me sonríe. Tiene una sonrisa seductora, y lo debe saber.

Se da media vuelta y lo observo mientras camina hacia el ascensor. Una serpiente tatuada se enrosca por detrás de la oreja y baja hacia su cuello. Cierro la puerta.

– ¡A la mierda mi dieta!

HOROSCOPO

Hoy mi horóscopo decía: “Posibles conflictos con sus compañeros de trabajo. Extreme, pues, el cuidado en sus relaciones con ellos y huya de comentarios mordaces y poco meditados. Día normal en lo demás”.

Y claro, ya se que debe de haber millones de cabras como yo, y que incluso algunas estarán en el paro, con lo que dudo que tengan conflictos con sus inexistentes compañeros de trabajo, pero he de decir, que aunque normalmente mis socios y yo nos leemos el horóscopo con el café para echarnos unas risas con las no-predicciones, hoy han acertado.

Los posibles conflictos que llevaban días tomando cuerpo (y alma) hoy se han convertido en realidad, y a pesar de mi habitual tacto y educación (incluido mini bocata para almorzar con café gentileza de la casa) y que me escondo en el despacho más alejado de la entrada, hasta allí han seguido llegando los comentarios mordaces y poco meditados de algún compañero, comentarios poco acertados, sobre todo para su futuro laboral. Porque la falta de profesionalidad se puede aguantar con cariño, pero con chulería al final se te atraganta.

Y posiblemente mañana algún compañero de trabajo lamentará haberse metido con quienes le pagan la santa nómina todos los meses, que aunque jefes no somos tontos, nos lo hacemos, como los padres, pero nos enteramos de todo.

Pero se ve que ellos no se habían leído su horóscopo.

Por lo demás, ha sido un día de lo más normal.

UNA DE POLICIAS Y LADRONES

Sábado. Intento alargar el momento de levantarme de la cama, me van a traer la compra que hice por Internet ayer y que debe estar al caer, pero hasta que no oiga sonar el timbre del telefonillo no pienso moverme, así llevo una hora, mirando el reloj de reojo para ver cuanto me queda (tengo que superar esta etapa de desaparecer del mundo entre mis sábanas).  A las diez por fin suena y me levanto corriendo, me pongo algo mientras voy a abrir, y me lavo la cara mientras sube los cuatro pisos… es una maravilla esto de poder comprar desde el sofá y a las once y media de la noche, tranquilamente, y sin colas para pagar, que es donde te acuerdas de lo que se te ha olvidado, pero que si vas a buscarlo pierdes el turno….  porque yo entre unas cosas y otras acabo haciendo compras de supervivencia un par de veces por semana, con lo que aparte del desayuno y los almuerzos para mis hijos, a veces me cuesta abrir la nevera y no echarme a llorar.

Bueno, pues eso, al final sube el amable repartidor cargado con tres cajones de productos (ya que me lo traen, hay que aprovecharse) y me lo deja todo en la cocina, que el día en que lo distribuyan en nevera y despensa, ya ni te cuento. Y a los cinco minutos de irse vuelve a sonar el timbre, miro el resto de compra por si detecto que falta algo y se ha dado cuenta en la furgoneta, pero creo que es todo, así que voy a ver quien es.

         “Hola, soy yo (mi socio), que nos han entrado a robar en el despacho. Estoy aquí abajo esperando a la policía, ¿bajas?

         “Voy! (joder, joder, joder”) – y otros cuantos más que repito mientras voy a ponerme algo decente para bajar a la calle.

Mi socio está apoyado en una moto hablando por el móvil, le miro la cara para intentar evaluar los daños, pero no se que pensar. Últimamente con lo de las obras que nunca acaban nuestro despacho ha estado en un estado de caos minimamente controlado para poder trabajar, pero lo último que necesitamos es algo así…

Me pone un poco en antecedentes y subimos, cajones abiertos, algunos volcados, las ventanas y puerta del balcón forzadas, las persianas (nuevas) rotas, la caja vacía, todos los armarios abiertos y papeles en el suelo, afortunadamente no se han llevado ningún equipo, nada de valor, solo una polaroid que guardaba en mi despacho y que quería recargar para regalársela a mi hijo… ya se podían haber llevado la cámara digital que tenía mi socio encima de su mesa y que va fatal…  Los policías locales hacen su aparición, se toman nota de nuestros datos en una libretita y nos indican donde realizar la denuncia, y que no toquemos nada, como en las películas, hasta que llegue la policía científica a tomar huellas… como en las películas. Así que nos bajamos al bar de abajo a tomar un café, que ni con emociones me acabo de despejar. Esta es la segunda vez que nos pasa, hace unos años ya entraron, entonces destrozaron más… pero es que no me gustan las rejas, y además no sirven para nada, si quieren entrar, entran… ni siquiera cuando entraron a robar en mi casa, mientras dormíamos (afortunadamente no nos enteramos de nada), trepando por la fachada hasta un cuarto piso, se me ocurrió poner rejas en el balcón y en las ventanas, no me gusta sentirme encerrada. Mi vecino de arriba (en su casa también entraron) se puso rejas con pinchos, y veinte llaves y candados en su puerta, que espero que no tenga que salir corriendo de su casa por un incendio porque antes se asfixia, pero bueno… si así duerme más tranquilo…

Dejo a mi socio esperando al CSI, porque seguro que con la suerte que tengo Warrick tiene el día libre…

Y pese a todo, yo sigo confiando, en que nos mejorará la racha, lo del mundo….