MADRUGAR

No me gusta madrugar. Todo el que ha convivido conmigo lo sabe. En el face soy miembro de “Mi cama tiene una fuerza sobrenatural que no me deja levantarme por la mañana” y “Yo por cinco minutos más de sueño MA-TO”, son las únicas páginas chorras con las que me siento completamente identificada.

Siempre he sido un ave nocturna. Mi momento de mayor actividad (cerebral, la física todavía no ha encontrado su momento en las 24 horas del día) es por la noche. Leer, internetear, escribir, ver una película… se me hacen la una de la madrugada y no me apetece irme a dormir, el sueño no llega. Me obligo a irme a la cama, pienso en todo lo que tengo que hacer al día siguiente… que mañana estaré echa polvo… y claro, me desvelo.

En esos momentos de insomnio absoluto estoy más despejada que después de mis tres cafés expresos de por la mañana. Se me ocurren todas esas cosas pendientes que no me apetece hacer cuando estoy levantada y es de día: organizar el armario y doblar bien la torre de ropa que cada vez está más inclinada, ordenar las fotos de los últimos 15 años, buscar la garantía que necesito para reparar el aire acondicionado…  pero no son horas.

Afortunadamente mis noches de insomnio han disminuido notablemente, tanto como la frecuencia de posts en este blog, pero sigo acostándome más tarde de lo que debería con lo que no suelo cumplir las ocho horas recomendadas de sueño (que será por eso que no luzco como las modelos esas que dicen que ese es su único secreto de belleza), y por la mañana el armonioso sonido del arpa que he elegido para tener un suave despertar siempre me parece que suena demasiado pronto… y lo apago y me doy media vuelta… cinco minutos más.

Que suelen ser quince, hasta que mi despertador de urgencia me avisa de que si no me levanto llegaremos todos tarde.

Mi hija es como yo. En cuanto me oye entrar a su cuarto se tapa la cabeza y me refunfuña unos minutos más… pero mi hijo… no sé a quien ha salido. Ningún miembro de mi familia es madrugador. Somos marmotas evolucionadas en humanos. Madrugamos por obligación. Punto.

Menos él. Hoy ha sido uno de esos días raros y escasos en los que se ha dormido y le he tenido que despertar.

Se ha enfadado consigo mismo porque ha perdido una hora de estar despierto. Y mientras desayunaba enfurruñado, su hermana y yo lo mirábamos incrédulas… ¿Qué se puede hacer mejor a las siete de la mañana que seguir durmiendo?

Y ya se me ha hecho la una de la mañana…

13 Respuestas a “MADRUGAR

  1. En lo de trasnochar, como en tantas cosas, nos parecemos bastante. ¿Ves qué hora es mientras escribo esto? Sin embargo yo a las 7 de la mañana estoy ya con el ojo abierto, sea laborable o festivo. Claro luego pasa lo que pasa, que quedo con las visitas y me duermo…

    • Pues es una suerte, porque trasnochando lo mismo ya te digo yo que aunque a las ocho me levante, despierta lo que se dice despierta hasta las diez mas menos…. y tras dos o tres cafés. … y cara de sueño debemos compartir con las visitas 🙂

    • Mi reloj está bien, debe ser el del servidor de WordPress. Siempre va una hora adelantado. (Asi parece que trasnochamos más)

  2. Yo es que me despierto (desde hace… ni sé) con «Sexy Sadie» y claro, así cualquiera, jejejeje… Eso sí, lo del café hace años que dejó de funcionar conmigo. Como tenga sueño puedo beberme un blister de Nespresso que me caigo redondo como hay dios (o como no lo hay).

    Pero reconozco que es un privilegio poder despertarse y estar instantáneamente centrado y activo, como me pasa a mí. En fin, otros comen como anacondas y no engordan nada… 🙂

    Un beso (madrugador… bueno, en realidad no)

    • Claro con Sexy Sadie… Yo de ti no lo cambiaba, por si acaso. Y lo de levantarse despejado es toda una suerte desde luego, aunque yo también preferiría ser de los que comen como anacondas y no engordan, aunque me fuera durmiendo por las esquinas, 🙂

      Otro beso para tí (con sabor a café)

  3. Pues digo yo que habrá salido a la familia del padre….

    Yo me despierto con ruido de mar, es duro esto de vivir en plena meseta 🙂

    • Pues ya te digo yo que si, que en eso ha salido clavaito a su padre.
      Lo del mar… es de verdad? como despertador? que chulo 🙂

  4. Cómo me suena eso del ave nocturna… 😕

    Hace tiempo, alguien me dijo que retrasar tanto la hora de irse a dormir implicaba un miedo a algo, a una pesadilla recurrente, a un dolor (mala postura), a un posible insomnio… y que para no parecer un zombie por la mañana, lo mejor era aplicar la filosofía Zen y asegurarse de que, al dormir, la cabeza estuviera orientada al Norte. En un principio, hice poco caso, pero, casualmente, al cambiarme de casa, dejé la cama en esa posición. A día de hoy, sigo con el mismo hábito de apurar al máximo el día, pero ahora, hasta me saludan por la mañana…!! 😆

    Un besazo, guapa insomne 😉

    • Pues siguiendo tu consejo Zen he cogido mi nuevo iPhone que tiene una bonita aplicación de brújula y me he ido a mi dormitorio. Me ha surgido una duda, la cabeza orientada al Norte quiere decir que tumbada en la cama y mirando hacía los pies la brújula señale al Norte, o que el Norte tiene que quedar por detrás de la cabeza?
      Bueno mis pies miran hacía el Norte, así que creo que estoy del revés (para variar). 😉
      A ver si va a ser eso…
      Un beso guapetona.

Deja un comentario